En Alemania, el debate actual sobre la guerra en Ucrania enfrenta a pacifistas contra defensores de la “guerra justa”. Para los primeros, Ucrania tiene la obligación de poner fin a la guerra a toda costa. Los segundos argumentan que Ucrania debe recurrir a la violencia para defenderse y para recuperar el control de los territorios ocupados. Este es un ejemplo claro de la importancia que tienen los desacuerdos morales para el debate público. Los desacuerdos morales no son necesariamente malos. Hay desacuerdos que ayudan a que nuestras decisiones sean más informadas. En ocasiones creemos estar en desacuerdo, pero realmente lo que nos pasa es que no sabemos algunas cosas (…).
Stitka’s research deals with the psychology of moral convictions: how morally convicted attitudes are formed, how are moral convictions theoretically and empirically distinct from strong but non-moral attitudes, which outcomes can morally convicted attitudes predict, … Among other relevant phenomena, her findings help explicate the mixed evidence in communication studies whereby sometimes exposure to disagreement is shown to predict greater participation and other democratically desirable outcomes, while other times it acts as a deterrent of political engagement.
Las sociedades se mantienen integradas sin caer por la pendiente de la anomia si logran fomentar un clima de confianza básica en los grupos e instituciones que las forman. Sin embargo, no es sencillo dar cuenta de ese clima acudiendo a actitudes racionales de los miembros de la sociedad. Confiamos habitualmente en los grupos, desde grupos informales como los amigos hasta instituciones complejas como los sistemas de salud o los educativos, pasando por la confianza que otorgamos a los medios de comunicación y redes sociales. Les confiamos cosas valiosas: nuestra vida, la educación…